Fabricación aditiva con polvo metálico

La alimentación automática de impresoras 3D para la fabricación aditiva de piezas metálicas requiere años de experiencia en la manipulación de materias primas críticas. Los requisitos en este ámbito son múltiples y variados:

Alimentación ininterrumpida de polvos metálicos a una o varias impresoras 3D
Almacenamiento, facilitación, acondicionamiento, transporte y tratamiento de diferentes materiales en polvo
Tamizado del polvo metálico que se introduce nuevo y del que ya circula en el proceso
Consumo reducido y responsable de recursos gracias a la recuperación del polvo metálico que no se funda
Protección de los operarios contra polvos metálicos respirables y tóxicos
Protección antideflagrante en el caso de polvos metálicos explosivos
Protección del producto en el caso de polvos metálicos higroscópicos y reactivos al oxígeno

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Ventajas diferenciales

Protección de los operarios y del producto y protección contra explosiones gracias a la manipulación completamente inertizada de los polvos metálicos (introducción, procesamiento, tratamiento y extracción). La sensórica y la evaluación segura de las señales evita el peligro por escape de gases inertes.
Manipulación precisa incluso de polvos metálicos de baja fluidez y granulometría fina.
Tamizadora por ultrasonidos con salida de rechazo fiable.
Para polvos metálicos reactivos y nocivos para la salud, disponemos de una caja de guantes para recargar material durante el proceso de impresión.
Sistema centralizado: un módulo alimentador de polvo para varias impresoras.
Opción de evaluación y análisis de los datos de máquina y de proceso mediante herramientas adicionales.

En AZO somos especialistas en la manipulación automática de materias primas; cuanto más compleja es la materia prima, más nos sentimos en nuestro elemento.
Ejemplo de solución para la alimentación de diversos polvos metálicos a impresoras FormUp 350 de la empresa AddUp.
Los sistemas para alimentar las impresoras constan básicamente de dos secciones. El módulo alimentador de polvo se encarga de la facilitación y el tratamiento del material, mientras que el módulo de impresora alimenta la impresora con material en polvo nuevo o recuperado y evacua el polvo sin fundir.
La gran flexibilidad del sistema permite adaptarlo a las distintas propiedades de la materia prima, a distintos sistemas de introducción y a los caudales requeridos.

Módulo alimentador de polvo

Cuando la instalación está vacía o cuando es la primera vez que se introduce polvo en la impresora, hay que introducir primero los envases de polvo metálico en la caja de guantes y, a continuación, insuflar el gas inerte. Los guantes permiten verter en condiciones de total seguridad el contenido de las botellas o bidones de plástico en la tolva de alimentación subsiguiente.
El paso siguiente consiste en tamizar el polvo metálico en la tamizadora centrífuga para asegurar la calidad del producto. Los tamices están disponibles en diferentes anchos de malla para poder adaptarse al producto correspondiente.
Seguidamente, el polvo se conduce mediante transporte neumático a uno o varios módulos de impresora. El retorno del polvo no consumido se realiza directamente durante la generación de las diferentes capas (layering), o bien se evacua de la cámara de impresión al finalizar el trabajo de impresión. Si el polvo no se reutiliza en el ciclo, se puede expulsar manteniendo la atmósfera de gas inerte.

Módulo de impresora

El polvo metálico conducido a la impresora mediante transporte neumático se separa del gas portador en la tolva receptora neumática y puede alimentar a un total de dos máquinas a través de un tornillo de distribución. Mediante una válvula de clapeta se establece una separación atmosférica entre el transporte y la cámara de impresión a fin de evitar oscilaciones de presión en la cámara. En función del diseño de la impresora, el polvo sobrante se recoge en una tolva para su posterior transporte y retorno al módulo alimentador de polvo.