Tamizadora centrífuga AZO en versión pintada

Tamizadora centrífuga modelo E

para tamizado de control y seguridad
Tamizadora centrífuga AZO en versión pintada
Tamizadora centrífuga AZO
Tamizadora centrífuga AZO
Tamizadora centrífuga AZO
Tamizadora centrífuga AZO

Ventajas de elegir AZO

  • Alto rendimiento
  • Diseño robusto
  • Funcionamiento sin generación de polvo
  • Facilidad de manejo
  • Mantenimiento sencillo
  • Funcionamiento fiable
  • Décadas de experiencia
  • Sistema cerrado
  • Ausencia de vibraciones

Ámbitos de aplicación principales

La tamizadora centrífuga AZO viene utilizándose con gran éxito desde hace 70 años para tamizar materiales a granel en la industria alimentaria, del plástico, farmacéutica y química.
Aplicaciones típicas: 

  • Tamizado de control antes y durante el procesamiento 
    Evita la entrada de impurezas (por ej., fibras de sacos, terrones o restos de papel) en el proceso de producción. 
  • Tamizado de control antes del llenado y el envasado 
    Garantiza la máxima calidad de los productos que salen del proceso de producción.
  • Desapelmazado de terrones
    Se recomienda en caso de utilizar productos ensacados o materiales a granel higroscópicos. Los terrones se desapelmazan sin pérdidas de producto.
  • Separación de aglomerados 
    Después del secado es frecuente que se formen aglomerados.
  • Separación y retorno de finos 
    Por ejemplo, después de la granulación en la industria farmacéutica.
  • Recuperación de resina epoxídica en polvo 
    En las instalaciones de recubrimiento en polvo, mediante la eliminación de partículas extrañas.
  • Tamizado de control 
    Después de la molturación, en el proceso de fabricación de pintura en polvo.
  • Fraccionamiento 
    Fraccionamiento de materiales a granel pulverulentos por tamaño de partícula.

Principio de funcionamiento

El material se introduce en la tamizadora centrífuga AZO a través de la boca de entrada. Para ello se utiliza una compuerta o un tornillo dosificador. El tornillo transporta el producto hasta la cámara de tamizado, donde las palas centrifugadoras lo agitan suavemente. Las partículas finas atraviesan la malla, mientras que las más gruesas (aglomerados, impurezas, etc.) continúan su recorrido y se separan en un momento posterior. Un disco de retención situado al final del tal tamiz impide que los finos se mezclen con los gruesos. La malla del tamiz está sujeta a unos anillos, vibra libremente y de este modo se limpia sola. Amortigua los choques y por eso es muy resistente a los cuerpos extraños. Las fibras de sacos también se separan, de manera que no se acumulan en el tamiz y no afectan al tamizado. El empleo de una malla de carbono evita la aparición de cargas electrostáticas al tamizar materiales como, por ejemplo, PVC en polvo. El tamiz se sustituye de forma fácil y rápida sin necesidad de herramientas. El rotor también se desmonta fácilmente. Cuando la máquina está parada, una compuerta de acceso situada en la carcasa permite inspeccionar toda la superficie del cilindro tamizador haciéndolo girar 360°.

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